El fútbol es el deporte más popular del mundo. Se trata de un deporte apasionante capaz de atrapar la emoción y captar la atención de millones de personas. Alrededor de un balón, se mueven jugadores, aficionados, técnicos, fisioterapeutas, preparadores físicos, dirigentes, árbitros, políticos, empresas y empresarios, periodistas...
Pero, ¿cómo afecta el fútbol a quien lo practica? El fútbol es un deporte muy exigente, por la diversidad de movimientos requeridos como carreras, saltos, choques, esprints y cambios de dirección rápidos y bruscos. Es una disciplina de contacto que implica que requiere esfuerzos frecuentes. Además, el control del balón y la fuerza también son fundamentales.
Dada la intensidad, es un deporte que conlleva un serio riesgo de lesiones, principalmente cuando no hay una buena preparación y/o una recuperación adecuada. En este artículo, exploraremos algunas de las lesiones musculares que afectan a los jugadores de fútbol, así como consejos para prevenirlas y mantener a los atletas en plena forma en el campo.
Pubalgia:
La pubalgia es una afección que causa dolor e incomodidad en la región de la ingle y el pubis. En el fútbol suele ser una tendinitis que afecta a la inserción en la zona ilio-pubiana de los abdominales o el muslo. Es una lesión que disminuye el rendimiento del deportista, tiene un tiempo de recuperación significativo y contribuye al riesgo de desarrollar otras lesiones.
El síntoma principal de la pubalgia es un dolor en la ingle o en la parte baja del abdomen. Se trata de un dolor que aparece después de la práctica de actividad física y que, muchas veces, se agudiza con el paso de los días.
Generalmente, se produce por una sobrecarga muscular que es causada, a su vez, por movimientos repetitivos o continuados (como chutar el balón, cambiar de dirección, hacer esprints…). Además, otros factores que contribuyen a la aparición de esta lesión son: los desequilibrios musculares, calentamientos insuficientes, entrenamientos o técnicas inadecuadas, un sobre entrenamiento o la falta de descanso, y factores anatómicos.
Para prevenir la pubalgia en futbolistas, es fundamental enfocarse en el fortalecimiento de los músculos abdominales y de la cadera, así como en mantener la flexibilidad mediante estiramientos. Es importante practicar una técnica adecuada durante los movimientos específicos del fútbol, realizar calentamientos completos antes de entrenar o competir, y permitir suficiente tiempo de descanso y recuperación entre sesiones. Escuchar las señales del cuerpo y evitar el sobre entrenamiento también son clave. En caso de molestias, es crucial descansar y buscar atención médica si es necesario. Un enfoque personalizado y la orientación profesional son importantes para diseñar un programa efectivo de prevención.
Bursitis trocantérea:
Las bursas son pequeñas bolsas de líquido localizadas alrededor de las articulaciones, cuya función es facilitar el deslizamiento de músculos y tendones sobre los huesos y otras estructuras. Por lo general, albergan una cantidad reducida de líquido, pero si se irritan o inflaman, pueden ejercer presión sobre las estructuras cercanas y provocar dolor, especialmente durante el movimiento (caminar, subir y bajas escaleras, cruzar las piernas, etc.).
La bursitis trocantérea es una inflamación de las bursas de la zona proximal del fémur. Es una lesión que afecta principalmente a los porteros de fútbol. Provoca dolor intenso en la zona lateral de la cadera que aumenta con el movimiento. Este tipo de lesión presenta dolor tipo ‘quemazón’ por la cara externa del muslo.
Se suele originar por varios motivos entre los que destaca los microtraumatismos repetidos, sobrecarga y problemas de biomecánica en la zona lumbosacra y del miembro inferior. Defecto de alineación anatómica, pelvis ancha, acortamiento del tracto iliotibial y la pisada, destacando la pronación excesiva del pie, son otros factores que influyen negativamente y pueden dar lugar a esta lesión.
Para prevenir la bursitis trocantérea hay que reducir el estrés sobre las bursas laterales de la cadera y realizar ejercicio físico enfocado a mantener la fuerza y flexibilidad de los músculos de la articulación. En caso de presentar alguna alteración en la pisada, se recomienda el uso de plantillas.
Es fundamental preparar adecuadamente el cuerpo para la actividad física que se va a realizar y realizar una vuelta a la calma adecuada después de la misma. Además, es esencial fortalecer los músculos de la cadera, como los extensores (glúteo mayor, aductor mayor e isquiotibiales) y los flexores (psoas mayor, ilíaco, pectíneo, sartorio, recto anterior de cuádriceps, aductor mediano). Ejercicios como la sentadilla o la zancada pueden ser beneficiosos para este propósito. Siguiendo estas recomendaciones, se puede disminuir el riesgo de desarrollar bursitis en la cadera.
El cuidado de los músculos de la cadera es esencial para el rendimiento y el bienestar de los futbolistas. Combinar una adecuada prevención de lesiones musculares con un calentamiento adecuado, estiramientos específicos y fortalecimiento de los músculos clave puede ayudar a mantener a los jugadores en óptimas condiciones físicas y reducir el riesgo de lesiones en el campo. Así, al tomar precauciones y mejorar nuestra preparación física, podremos disfrutar del fútbol de manera más segura y prolongada en el tiempo.
En Onerzia, estamos comprometidos con la salud y el rendimiento de los atletas, y seguimos trabajando en el desarrollo de exoesqueletos que puedan beneficiar a los deportistas y ayudar en la prevención de lesiones.
¡Sigue atento(a) a nuestras próximas publicaciones para más información sobre cómo la tecnología puede mejorar la experiencia en el mundo del fútbol y otros deportes!